Cuando un potencial cliente debate el precio de lo que vendes, sabés que es difícil contrarrestar el reclamo porque tu trabajo vale y los márgenes no permiten un descuento.
Para no llegar a eso, hoy queremos hablarte de tres técnicas que suman valor a tu oferta para que el precio no sea un problema:
Urgencia o escasez:
Últimos turnos disponibles, poco stock… si el cliente siente que puede perder la oportunidad, se vuelve menos sensible al costo del producto o servicio. Eso sí, primero tenés que generarle esa necesidad de conseguirlo.
Valor percibido:
A través de una buena estrategia de comunicación, tenés que entregar el mensaje de que la inversión es una oportunidad porque tu producto es excelente, único y va a resolverle una necesidad que tiene. Si percibe que lo que sale es menos que lo que vale, es una venta segura.
Diferenciación:
Para destacar entre la enorme oferta actual, tenés que diferenciarte. Analizá que ofrece tu competencia, como, estudiá sus redes sociales y elaborá una lista de qué diferencial podés ofrecer vos. ¿Un packaging personalizado? ¿Un menor tiempo de envío? ¿Un servicio post venta Premium?
Te invitamos a que pienses en estos puntos antes de que pienses en una estrategia de precios. Así, tus ventas no van a estar atadas a épocas de descuentos sino al valor de lo que vendés y como lo perciben tus potenciales clientes.